Cuando Bill Gates condujo Microsoft se dio cuenta de que él no tenía por qué saberlo todo, reconoció que tenía empleados que podían hacer dichas tareas. Sin embargo, apreció la importancia de aprovechar ese tiempo para estimular su pensamiento creativo, para pensar, para reflexionar sobre la dirección de Microsoft.
Bill Gates se tomó el tiempo, dos veces al año, para leer y reflexionar sobre el futuro de Microsoft y el pensamiento creativo de sus empleados. De esta forma, recibía cientos de ideas en cartas y mails de sus empleados de todo el mundo, quienes esperaban ansiosos que alguna fuese considerada. ¿Podrías hacer lo mismo en tu negocio? Tal vez sea difícil porque no tienes el tiempo de Bill Gates, pero ello no significa que debas abandonar la posibilidad del pensamiento creativo. Los siguientes consejos los puedes poner en práctica, y recomendarlos a tus empleados.
– Siempre leer con una pluma y un cuaderno de apuntes a la mano, para anotar cualquier idea que parezca interesante.
– Mantenga un cuaderno especial, donde puedas realizar un seguimiento de las ideas que surgen espontáneamente, desde cuando sales de tu cama, entras al auto, cuando almuerzas, cuando regresas a casa, etc.
– Escribe una idea en un pedazo de papel y luego realiza una lluvia de ideas con cualquier pensamiento que este relacionada a esta, desde como llevar a cabo la idea, que hacer con la idea, donde utilizar la idea, que puede ayudarte a poner en práctica la idea, y cualquier otro pensamiento que entra en tu mente.
– Lee un libro de no ficción cada semana. Lee revistas, diarios, artículos en línea, todo el tiempo. No solo son fuentes de ideas, sino que mejoran la actividad pensativa. Debes analizar, criticar, buscar soluciones a los problemas que lees.
– Recorta artículos y colócalos en una carpeta de artículos relacionados a las ideas. Periódicamente, echa un vistazo a esta carpeta.
– Crea archivos de “ideas” en la mayoría de las carpetas de tu ordenador. Crea una carpeta de ideas en tu programa de correo electrónico. Trata de añadir todas las ideas tengas en todas las plataformas de trabajo.
– Tómate un tiempo para mirar por la ventana, analizar la realidad. También puedes jugar con un juguete de escritorio, dar un paseo tranquilo. Estas actividades tranquilas pueden ordenar las ideas y dar nacimiento a una idea mejor ensamblada.
– Anime a tu personal y los compañeros de trabajo para practicar todas las ideas anteriores y compartirlo en sesiones de brainstorming. Programar retiros anuales o reuniones fuera del lugar de planificar y generar ideas.