3 Estrategias competitivas comunes en las empresas de éxito

La estructura organizativa de la típica pequeña empresa se desarrolla a partir de una serie de decisiones concretas para ayudar a manejar los retos que plantea el crecimiento.

Cuando no se convierte en demasiado trabajo, el empresario decide finalmente dejar de hacer los libros y contrata a un contador.

A medida que aumenta la demanda y surgen más oportunidades de venta, un vendedor es contratado para ayudar. Cuando haya más y más trabajadores contratados, un supervisor es nombrado para gestionar las operaciones del día a día. Y cuando una nueva ubicación se abre, un gerente es contratado para ayudar a ejecutarlo.

Con cada una de estas decisiones, el empresario comienza a crear una estructura organizativa.

A medida que el negocio crece, los empleados se organizan en funciones específicas, tales como contabilidad, ventas y operaciones y finalmente, alguien se pone a cargo de cada uno de estos departamentos.

Si bien las decisiones que un empresario hace para manejar cada problema concreto puede tener sentido individualmente, a veces no se suman a un conjunto completo después de que la estructura ha sido reconstruida.

Para ser eficaz, la estructura de la organización necesita alinearse con la estrategia global de mercado que la empresa está llevando a cabo.

En su libro clásico, La disciplina de los líderes del mercado, Michael Treacy y Fred Wiersema identifican las tres estrategias comunes y competitivas de las empresas de éxito. Llegan a la conclusión de que existe una alineación específica de la estructura, la cultura y los sistemas necesarios para apoyar la estrategia elegida. Echemos un vistazo a estas estrategias:

La primera estrategia competitiva es la excelencia operativa. Esto es lo que una empresa debe ser eficiente, coherente y de bajo costo. Las hamburguesa de la cadena McDonald ‘s es un buen ejemplo de esta estrategia, ya que sus clientes quieren la misma comida servida de forma rápida y económica en todos los McDonalds que visitan. Esta estrategia funciona mejor con lo que podríamos llamar una estructura burocrática, donde la toma de decisiones es completamente centralizada en los niveles superiores de la empresa con controles estrictos para asegurar un rendimiento consistente.

La segunda estrategia es el liderazgo de producto, en el que la empresa busca ser el líder innovador en el mercado. Esta es una estrategia común de muchas empresas de tecnología. La estructura que funciona mejor con esta estrategia es que es flexible y puede adaptarse rápidamente a cada nueva oferta de productos. Las personas se vuelven a asignar y reorganizar para satisfacer las necesidades únicas de cada nuevo producto.

La tercera estrategia es la intimidad del cliente. Esta estrategia, a medida que evoluciona, debe permitir que cualquier empleado haga lo que haya que hacer para satisfacer las necesidades del cliente. Un error común de las pequeñas empresas es que, a medida que crecen, tratan de poner en marcha todas estas estrategias a la vez. Esto no es sostenible en el largo plazo.

Cada estrategia exige un enfoque específico para la organización de cómo se hace el trabajo.

Una clave para ser una empresa exitosa y de gestión del crecimiento, es encontrar la estrategia competitiva que funcione mejor para el mercado y luego trabajar para construir una estructura en el tiempo que apoye esa estrategia.

No hay una mejor estructura para todas las empresas. Pero hay una mejor estructura para el tipo de estrategia de mercado que una empresa decide llevar a cabo.

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