Muchos jefes de área o gerentes de empresas se quejan sobre los resultados, sin reparar que la calidad de pensamientos que llevan determinan el tipo de resultado que obtienen. Mucho se ha hablado de esto, sin embargo ¿Cuál sería la mentalidad que hace a los más exitosos directores y gerentes tener resultados sorprendentes?. Denny Strigl vicepresidente de Verinzon Communnications, y autor del libro “¿Puede oírme ahora?(can you hear me now?) responsabiliza a la mentalidad del gerente por los resultados que se tiene. Denny sobresalta entre otras 3 formas de pensar de los gerentes de éxito. Estas son:
1. No se trata de mí: Lo cierto es que el cargo de Gerente significa una posición fuerte. Como gerente puede decirle a la gente qué es lo que tiene que hacer, viajar a muchos lugares, transportarse en limusinas, aparecer en entrevistas, etc. Significa una responsabilidad grande pero también de status que no cualquiera ostenta. Si la persona no es alguien con los pies sobre la tierra, lo más probable es que el cargo se le suba a la cabeza. Y la consecuencia es que si deja el cargo volverá a ser una persona sin trascendencia. El cargo no es lo importante. Lo importante es servir a los accionistas, clientes y empleados. Es estar al servicio de la organización. El cargo solo es su herramienta.
2. Es importante mantener la calma: Denny Strigl hace pública su experiencia con directores de alto nivel. Señala que la mayoría de ellos, eran gente educada, podían mantener la calma incluso si hubiese motivos en los que cualquiera hubiera explotado como vemos muy a menudo. Los directores y gerentes de alto nivel, cuando se enfrentaban a estas situaciones, no gritaban, no golpeaban con los puños la mesa, no insultaban ni maltrataban a sus empleados, se dirigían a ellos con educación pero con firmeza. Se ocupaban de que las situaciones no se volvieran a repetir.
El problema dice Strigl radica, que la mayoría de gerentes ineptos, esperan solo oir buenas noticias y tienen a reaccionar mal ante las malas. De esta manera el empleado pierde la confianza con su jefe y empieza a trabajar deshonestamente ocultando la verdad o disfrazarla mientras el problema se incuba sin haber sido tratado y resuelto . Si esto no fuera asi, los empleados sabrían que pueden dar malas noticias y que el jefe o gerente ayudará para resolver el problema y la organización pueda estar más preparada en situaciones similares en el futuro.
3. Decir «las cosas como son», conduce a la mejora: Los buenos gerentes dicen las cosas claras, directas y concisas a sus empleados, incluso si son malas noticias. Sin lugar a dudas dar una mala noticia, es difícil. Pero muchas veces es lo mejor. Basta por ejemplo, en decir a un empleado que no está satisfecho por su rendimiento para empezar a ver mejoras en él. Recuerde que siempre las cosas hay que decirlas con educación y con firmeza si el caso lo requiere. La organización tiene que estar preparada para las malas noticias para saber cual es la razón por la que la empresa esta pasando por un mal momento. Sin dudas las malas noticias no deben ser una costumbre. Existen muchas organizaciones que siempre están teniendo un clima de crisis sin haberla realmente, solo con el objetivo de presionar a sus empleados y esto puede ser contraproducente, pues los empleados pueden perder la credibilidad en si mismos de estar haciendo un buen trabajo pese a sus esfuerzos y perder el valor de su puesto.
fuente: learningfrombigboys.com