Hay muchas opciones para abrir un negocio propio. Una de ellas es a través de la franquicia, que consiste en contratar una idea de negocio existente, para simplemente implementarlo en tu localidad. A diferencia de los negocios independientes, una franquicia no empieza de cero, pues ya tiene un background de imagen, calidad de servicio, marca; es decir un pequeño atajo para llegar de forma rápida a los clientes.
Posiblemente has visto en tu ciudad que cadenas de comida rápida, cafeterías, pues si son marcas mundialmente conocidas, es muy posible que se hayan abierto bajo la modalidad e franquicia. Esta es una forma validad de empezar un negocio, y tiene algunas ventajas:
1. Mayores posibilidades de éxito: Cuando está comprando un concepto establecido, es porque tiene éxito. Las estadísticas muestran que los negocios de franquicia tienen una oportunidad de éxito mucho mejor que las personas que inician negocios independientes, con mejores posibilidades de sobrevivir en tiempos críticos. Pero también requieren una mayor inversión, en contratar la franquicia y cumplir los estándares de calidad que impone la marca.
2. Asesoría en la conducción del negocio: Muchas franquicias tienen un manual de operaciones detallados sobre como conducir el negocio. Cuando se compra una franquicia, se consiguen los suministros, el equipo y la instrucción o formación necesaria para iniciar el negocio. En muchos casos, también se recibe formación continua para ayudar en la gestión y la comercialización.
3. Poder adquisitivo: Su negocio de franquicia se beneficiará del poder de imagen de su casa matriz, no solo para conseguir clientes, sino para conseguir proveedores, insumos, planes de medios, con mayor facilidad, gracias al poder adquisitivo que genera una franquicia. Los inventarios y suministros tendrán un costo menor a los ejecutados por una empresa independiente.
4. Buenas ganancias: Finalmente, una franquicia pude ser un gran negocio, generando buenas ganancias si se implementa el negocio de una buena manera. Claro que hay casos de franquicias que fracasaron en determinados lugares, ya sea por no adaptarse a las costumbres de consumo o a una mala aplicación del negocio. Sin embargo, la mayoría de estos negocios, sobre todo los distribuidos mundialmente generan ganancias para la matriz y para sus dependencias de franquicia. Piense en en Macdonalds y Starbucks.