Vivimos en una era de competencia. Diariamente nacen nuevos negocios y empresas, muchos dedicados a actividades sobresaturadas y otros en nichos poco explotados pero que cuentan con un margen considerable de competidores. Ello obliga a asumir tácticas diferenciadoras para sobrevivir y sobresalir, siendo la más recomendable la calidad, pues permite a un negocio perdurar frente a cambios de escenarios de mercado:
1. Usar el sentido común
Si el producto que se comercializa es de baja calidad y el servicio ofrecido es pésimo ¿Qué te hace pensar que con precios más bajos va a funcionar mejor su compra o contratación? . El análisis situacional de los negocios requieren bastante sentido común, entonces nos daremos cuenta que muchas veces las fallas están a la vista. Recuerda que antes de examinar una política de precios bajos, considera qué factores influyen en la compra.
2. Reinvertir las ganancias
No bajar los precios significa que se debe mantener los márgenes de ganancia para reinvertirlos en el producto o servicio. Se debe transmitir a sus clientes que hay razones por las cuales ellos deben seguir pagando el precio normal, a diferencia de la competencia. Esto puede incluir que se está invirtiendo en la calidad de servicio acostumbrado.
3. Diferenciar constantemente
No es necesario ser el proveedor de más bajo costo para tener éxito. Basta que compares tus precios frente a otros minoristas que a menudo son de 20 a 40 por ciento más baratos. Si eres el líder del mercado, ignora las competencia de precio cuando lanzas tu producto o servicio frente los demás.
4. Recoger testimonios de clientes
Si sabes que tu producto es el mejor ¿por qué hacer que los consumidores los cuestionen?. Una táctica útil es utilizar los testimonios de los clientes y utilizarlos en nuestra publicidad.
5. Dar valor
Las personas que reducen sus precios son casi siempre va a bajar su nivel de servicio. Utiliza esto como una ventaja para proporcionar un servicio de mayor valor. Hagas lo que hagas, no compitas en precio, sino en valor.