1. Póngase en el lugar del empleado: Nunca le diga a sus empleados que son puestos en libertad por cualquier motivo en una reunión, por correo electrónico, o con una nota. Trate a sus empleados con dignidad y respeto; un supervisor, o alguien de la alta gerencia o recursos humanos debe sentarse personalmente con cada empleado de forma individual y explicarles el motivo.
2. Ofrezca contactos, información y recursos: Cuando se dejó ir a un empleado, no deje que se vaya con las manos vacías. Ayúdelo con recursos de asesoramiento para el empleo, el desempleo, capacitación laboral, y las organizaciones locales de pequeñas empresas.
Si ofrece beneficios para la salud de seguro o desempleo, asegúrese de proporcionar información sobre todos los requisitos o restricciones a la transferencia de las cuentas de jubilación o de ahorro. Esta labor requiere un departamento de Recursos Humanos eficiente.
Proporcione información y datos de contactos para las perspectivas de empleo. Esto da muestra que se interesa por el futuro del empelado que esta por dejar la empresa.
3. No dar noticias de despido en fines de semana: Siempre que sea posible, la noticia se debe dar en los primeros días de la semana. Las estadísticas muestran que las personas se adaptan mejor a los cambios en estos días. Los empleados que han sido despedidos un viernes no se son más propensos a sufrir de depresión, pues no tendrán tiempo para hacer nuevas llamadas de trabajo.
4. Siempre de aviso previo y considere la indemnización por despido: Nunca deje ir a alguien sin un previo aviso de dos semanas antes de la fecha de cese de funciones. Considere también la indemnización por despido.
Como empleador, usted tiene cierta responsabilidad de considerar las dificultades financieras que podría tener un empleado despedido (con excepción de aquellos que son despedidos por faltas a la empresa o bajo rendimiento en el trabajo). Ya es bastante difícil para alguien perder el trabajo, peor aún perder los ingresos sin previo aviso para planificar sus gastos.
5. Esté preparado para escuchar y responder: No se puede predecir la reacción de un empleado frente a la noticas del despido. Algunos empleados son estoicos, mientras que otros pueden sufrir descompensaciones, llorar, enojarse, o incluso hacer amenazas.
Los empleados que han dedicado su vida laboral a ayudar a cumplir los objetivos del negocio deben ser tratados con respeto y una muestra de aprecio.