Aceptar clientes de forma gratuita es una buena estrategia para los consultores nuevos y hacer crecer el negocio. La regla general dice que ofrecemos estos servicios a cambio de de un beneficio a nuestro favor. Este beneficio podría ser referencias gratuitas en una gran red de contactos profesionales, lo cual podría atraer a una buena cantidad de clientes que sí pagan.
Aunque este arreglo es a menudo provechoso, también se puede ir cuesta abajo rápidamente, debido a que los clientes gratuitos pueden aprovecharse del trato. Los siguientes cinco consejos te ayudarán en este tipo de trabajo gratuitos:
1. Aceptar pocos clientes gratuitos
Se debe tomar pocos clientes de no pago en un momento dado, esto con el fin de equilibrar correctamente el número de clientes que pagan y los que no. Esto evita que el negocio parezca una organización sin fines de lucro.
2. Asesorar un proyecto definir el alcance del trabajo
Como lo haría con cualquier cliente que paga, debe crear un ámbito de trabajo para que el cliente sepa hasta donde vas a trabajar gratis. Debes detallar exactamente qué problema estás resolviendo, qué servicios se prestan, y cuáles son las expectativas para la finalización exitosa.
3. Trabajar con una fecha de finalización especifica
Los proyectos gratuitos siempre deben tener una fecha acordada de finalización, incluso si es el tipo de proyecto que no tiene una fecha definida de cierre. En ese caso, se puede poner una fecha para revisar lo avanzado y ver que mejoras podrían realizarse.
4. No aceptar trabajos sin un claro beneficio mutuo
Al ofrecer tus servicios de consultoría de forma gratuita, la expectativa es que su negocio va a obtener algo a cambio. Esto puede incluir cosas tales como testimonios referidos, publicidad gratuita o el acceso a una base de datos de clientes. Antes de tomar en un cliente pro bono o de no paga, debes definir los beneficios mutuos y tener claro qué es esperas ganar.
5. Ceder a exigencias de su cliente pro bono
Cuando un cliente no paga por sus servicios, se debe entender que no es una prioridad. Eso no quiere decir que no va a hacer un buen trabajo o dejar el trabajo abandonado o sin concluir dentro del plazo acordado. Lo que significa es que la mayor parte de su tiempo y su atención debe ser enfocada hacia los clientes que pagan. Cuando un cliente pro bono tiene crecientes demandas y peticiones cada vez más urgentes, ese es el momento ideal para renegociar el acuerdo y convertirlo en un cliente que paga.