El entrenador marca la diferencia: los instructores son una pieza clave en el proceso de capacitación. Un entrenador no es únicamente una suma de conocimientos, sino que debe tener las cualidades adecuadas motivar el aprendizaje de los alumnos. Un entrenador con experiencia también podría enseñar desde la resolución de problemas puntuales. No es difícil encontrar a los mejores entrenadores, pues tienen una reputación que habla por ello. También cobran un poco más que el resto.
La formación debe ir acorde con el mensaje de la organización: Muchas organizaciones toman la formación como un menú de clases disponibles y sesiones aisladas. Este es un error, pues la información de la primera sesión debe tener alguna relación con la última.
Cuando no hay interconexión entre las sesiones de entrenamiento y la información proporcionada en las sesiones de formación, las organizaciones pierden una gran oportunidad de reforzar las habilidades básicas comunes, enfoques y valores. La formación debe hacer referencia a las sesiones anteriores, establecer paralelismos, y reforzar el contenido. Todo lo aprendido tiene relación y está interconectado.
Los gerentes y jefes de equipo deben asistir a la sesión de entrenamiento con su personal. Los participantes pueden estar más dispuestos a probar las ideas aprendidas en la formación cuando notan que su gerente de área o jefe de equipo toma el curso con ellos Esto es especialmente efectivo, pues su gerente también estará aprendiendo nuevas habilidades.
Proporcionar capacitación en partes: la gente aprende más en las sesiones de entrenamiento dictadas en pequeñas cantidades de contenido, basadas en un par de objetivos bien definidos. Esto permite a los participantes a practicar los conceptos entre las sesiones de entrenamiento, además posibilita que la gente pueda hablar de sus éxitos y dificultades en la aplicación de lo aprendido. Los participantes asisten a estas sesiones, tal vez un par de horas a la semana, hasta que desarrollan bien la nueva habilidad.
Capacitar a las personas en las habilidades que sean aplicables de inmediato en el trabajo: “Úselo o piérdalo”, es una frase común sobre formación. Toda información que sea puesta en práctica inmediatamente tendrá mejor retención en los empleados. Por ejemplo, no será útil capacitar sobre un el uso de un software si es que los participantes no cuentan con el programa y un ordenador para examinarlo en tiempo real. Incluso la formación a menudo es más eficaz si se experimenta con el primer programa de forma previa, antes de asistir a la sesión.