El objetivo de cualquier propietario de negocio es lograr el éxito a largo plazo. En el camino para lograr este objetivo, muchas veces se debe contratar nuevo personal y algunas veces también reducir planillas. Este último paso necesita ser ejecutado cuando sea necesario y de ello depende la existencia misma de la compañía. Si ha llegados un momento crítico en tu compañía y no aún estas dudando sobre la reducción de personal, ten en cuenta lo siguiente:
1. La reducción de personal no debe ser visto como un fracaso, sino como un cambio en las estrategias empresariales. El camino del negocio siempre tendrá altas y bajas. Esta reducción de personal debe ser evaluada de la mejor manera, tratando de retener a personal que sirve para cohesionar y hacer crece al equipo.
2. El hecho real es que si la empresa fracasa y cierra, todos los empleados van a perder sus empleos e ingresos. La reducción de personal puede significar que algunas personas pierdan sus puestos de trabajo, pero también significa que otros tendrán una mayor probabilidad de mantener el suyo.
3. Recuerda que no tienes control sobre la economía, pero si tienes control sobre cómo funciona tu negocio. En tus decisiones está el mantener a flote el negocio, por medio de la adopción de distintas estrategias.
4. A veces, los recortes de empleo y los despidos son inevitables, pero con una cuidadosa consideración de todas las opciones, puedes reducir al mínimo el número de empleados que necesitas despedir.
5. Dejar de lado a ciertos empleados es una de las decisiones más difíciles que un propietario de negocio debe enfrentar. Sus empleados ayudaron a su construcción de su negocio y mantener su crecimiento. Por ello debe evaluar que puestos son prescindibles, y tratar de ofrecer oportunidades y recomendaciones a los empleados despedidos.
6. ¿Por dónde empezar? Lo más probable es que los trabajadores de nivel inferior no contribuyan directamente a la caída financiera de su negocio. Si su empresa está fallando debido a razones no relacionadas con la economía, empiece por evaluar quienes toman las decisiones. En la alta dirección se encuentran los mayores sueldos y también podría ser causante de las malas decisiones.