Las referencias son una buena forma de expandir nuestra publicidad boca a boca. Si bien nuestros clientes son los principales difusores de esta publicidad, también podemos valernos de otros actores para solicitar referencias. Es hora de expandir nuestro radio de acción, pues existe un montón de fuentes que ayudarán a expandir nuestra marca:
1. Amigos y familia: La familia y amigos siempre pueden ser de gran ayuda. El único requerimiento es enseñarles algo sobre nuestros clientes potenciales y la forma en que podría recomendarnos. Luego debemos darle nuestra tarjeta de negocios.
2. Contactos profesionales: No solo debemos pensar en colegas de nuestro rubro, sino en todas aquellos profesionales con quieren tenemos vínculo, como contadores, abogados, psicólogos, etc. Todos ellos son una gran fuente de referencias, pues hablan con sus clientes durante todo el día y muchos de estos clientes pueden se buenas oportunidades de negocios. Podemos intercambiar tarjetas personales con estos profesionales, para devolver el favor.
3. Otros vendedores: Busque vendedores que se encuentran en industrias afines y forme un pacto de referencia. Si usted está vendiendo muebles, hable con un decorador de interiores y sugiérale la posibilidad de recomendar de forma mutua sus negocios. Las posibilidades son variadas e infinitas.
4. Antiguos colegas: Antes de formar un emprendimiento, seguramente ha estado laborando en otras empresas y mantienen contacto con algunos ex compañeros de trabajo. A menos que sean competidores directas de su trabajo actual, son una excelente manera de solicitar referencias.
5. Conocidos en línea: Internet es un medio para entablar relaciones, incluso con profesionales con otros emprendedores. Puedes contactar con ellos de manera sencilla, en blogs, foros y comunidades; y llegar aun acuerdo para intercambiar referencias.
6. Personas que conoce en una fila o cola: Una forma válida y muy usada es cuando nos encontramos esperando la atención de algún servicio, como la cola para pagar, para comprar un boleto, esperando el autobús, en fin, hay muchos momentos de nuestra rutina diaria donde compartimos momentos de espera con grupos de personas. Podemos entablar una pequeña conversación con la persona de a lado y recomendarle nuestro negocio, o pedirle que haga algunas referencias, ofreciendo a cambio algunos descuentos.