1. Hable con un cliente potencial para obtener su punto de vista. Recuerde que es probable que sea diferente de su punto de vista. Y sus amigos y familiares pueden ser clientes potenciales. Si tiene la idea ahora hable con quienes serían sus potenciales clientes e investigue sobre sus necesidades y preferencias. Hable con l todos los posibles clientes como pueda.
2. Observe a sus clientes potenciales. Anote las cosas que usted no esperaba ver. Piense en lo que pueda influir en su idea. Observe lo que los mantiene contentos y lo que no los satisface.
3. Investigue a quien ya lo hizo. ¿Quién hizo algo similar? ¿Qué se puede averiguar acerca de lo bien que le funcionó? Recuerde, un fracaso no significa que usted no debe hacerlo, si usted puede entender por qué el error se produjo.
4. Hable con alguien que usted piensa que tiene buenos instintos de innovación, pero no está involucrado en la rutina del día a día de sus operaciones.
5. Comience con la red con un especialista. Si pudieras hablar con tres personas en el mundo acerca de su idea, ¿quiénes serían? La gente le encanta hablar de sus áreas de especialización.
6. Llevar a cabo un ejercicio de supuestos. Cuando tenemos la idea, damos por supuesto que las condiciones son favorables. Ahora el paso es cerciorarnos si realmente nuestros supuestos son ciertos. Responda a la pregunta ¿Qué cosas tendrían que ser verdad para hacer de nuestra idea algo viable?
7. Pasa una hora la realización de un patrón de ejercicio pasado. Es decir, mire en el pasado y recuerde las cosas que ha hecho y que han funcionado, y las cosas que no han funcionado. Haga una lista de cosas que han funcionado de acuerdo a lo que tenía planeado que iba a resultar.
Estos son 7 de las muchas formas que usted mismo podría encontrar para poner una idea a prueba y decidirse finalmente a hacerla o no.
fuente:hbr.org