Cuando analizamos el convertirnos en negociantes, siempre pensamos en las ganancias, pero pocas veces reparamos en las posibles pérdidas que se deben afrontar (no nos referimos a la inversión), pues es parte de la naturaleza de los negocios, que así como existen ingresos, también hay un margen de pérdidas. Claro que la idea no es aceptar este margen de pérdidas de buenas ganas, sino buscar reducir al máximo su existencia, para así aumentar la rentabilidad del negocio.
Una forma comprobada para mantener su tienda al por menor en crecimiento es reducir las pérdidas. En cualquier negocio, las pérdidas son inevitables y puede ser causadas por:
– Imprecisión en el conteo y seguimiento del inventario entrante
– Imprecisión en efectivo al contar cheques y tasas aplicadas por operaciones.
– Descomposición de productos que no generan utilidad o que llegan a ser vendidos.
– El robo por los empleados
– Hurto en tiendas por los clientes
– Permitir que los deudores eviten el pago de las obligaciones
– Compra inapropiada del inventario de reemplazo
El elemento común en las pérdidas es la no verificación de los registros. Por ejemplo, no efectuar un inventario físico de vez en cuando (más allá del periodo anual) será oportunidad pérdida para saber que objetos han desaparecido de la empresa. De otra parte si no se compruebe la caja, no se verán las discrepancias de finanzas y no tendrás como impedir que sigan dañando la entrada de dinero dentro de la empresa. Si no se hace un adecuado inventario de la tienda, se puede afectar el nivel de ventas y rentabilidad.
Afortunadamente, mediante la identificación de los principales tipos de pérdidas, su empresa puede prescindir de errores que generan pérdidas y pasar la mayor parte de su valioso tiempo en lograrlo. Puede configurar el sistema de pesos y contrapesos que permiten saber rápidamente cuando se producen pérdidas. A continuación, puede tomar medidas para detener la pérdida y minimizar las pérdidas futuras.