La verdad es que los buenos gerentes no abundan. Aunque una empresa puede tener un número significativo de personas que poseen el título de «jefe», puede no tener habilidades de un verdadero buen gerente. Los gerentes se quejan de que tienen la responsabilidad, pero ninguna autoridad. Los empleados pueden quejarse de la falta de dirección o de retroalimentación que ofrecen a sus directivos.
Esta situación se refleja en una falta de equilibrio dentro de la empresa. La organización puede notar que algunos de sus componentes tienen una productividad significativamente más alta o más bajo que otros. También puede ser afectado por los gerentes que constantemente se quejan de que no tienen tiempo para completar sus responsabilidades administrativas, ya que están muy ocupados en las labores de crecimiento de la empresa. Cuando alguno o todos estos eventos ocurre, algo está mal con la función de gestión de la organización.
¿Por qué sucede?
El problema puede ser que la compañía ha promovido a trabajadores de éxito (vendedores, oficinistas, etc) para el cargo de gerente, en el supuesto de que también tendrá éxito en este papel. Sin embargo, estas dos funciones requieren capacidades significativamente diferentes. Por lo tanto, sin la formación adecuada, muchos trabajadores estrella producirán un error en la función del gerente. Su tendencia a seguir cumpliendo su labor de trabajador común se manifestará en sus pobres habilidades de delegación y la mala coordinación de las actividades con los demás. Esto produce que los subordinados se quejen de que no saben lo que tienen que hacer.
Problemas como éstos sugieren que la empresa no dedica suficientes recursos para el desarrollo de una cantera de talento empresarial. Se puede confiar demasiado en la formación en el puesto de trabajo y no en programas formales de gestión del desarrollo.
Los problemas de gestión también puede ser consecuencia de las limitaciones organizativas reales y percibidas que limitan la autoridad de un gerente. La sensación de que sólo la alta dirección tiene la responsabilidad de toma de decisiones es común en las empresas que hacen la transición a la gestión profesional. En el momento de crecimiento de una empresa, el empresario fundador ya no será e encargado de realizar todas las decisiones de la empresa.
La solución
Como mencionamos, los buenos gerentes no se hallan levantando una roca, no abundan. Es probable que antes de encontrar uno se tope con tres o cuatro malos. Si tu empresa esta en expansión, debes notar desde un inicio a los trabajadores con cualidades de mando y liderazgo (esto si se puede notar desde un inicio). Ese es el talento que debes tratar de cuidar y cultivar para que se convierta en un buen gerente.
En caso necesites un gerente de forma inmediata, será recomendable haber seguido a algunos gerentes eficientes de otras empresas con anterioridad (esto se consigue con los contactos y redes profesionales). Cuando llegue el momento, puedes hacerle la oferta de trabajo.
Te falta un acento en «cómo».