Una de las ventajas de trabajar de forma remota es la independencia, pero para algunos esto puede llegar a sentirse como aislamiento. Hay varias maneras en que este sentimiento se puede sentir, no solo con trabajar en un espacio solitario dentro de la casa. Por ejemplo los viajeros habituales de negocios o los trabajadores móviles pueden pasar más tiempo fuera de la oficina que en ella. Esto los separa de la oficina y de sus compañeros de trabajo, y aunque en sus viajes comparta espacio físico con otras personas, la verdad es que se sentirán aislados pues solo resultan un montón de desconocidos.
Además el sentimiento de aislamiento que siente un trabajador a distancia no solo es por dejar de interrelacionar con sus colegas, sino que siente esta situación puede distanciarlo de su gerente, incluso ocasionarle menos oportunidades de crecer en el trabajo, porque a veces trabajar a distancia te deja con menos apoyo y asesoría que los trabajadores tradicionales pueden conseguir. Este sentimiento de aislamiento puede generar mayor estrés, con el peligro de repercutir en la productividad de su trabaio a distancia.
Consejos para gestionar el estrés por aislamiento:
– Estar físicamente distante no tiene por qué significar aislamiento. El uso de mensajería instantánea y herramientas de conferencias web ayuda a mantenerse en contacto con compañeros de trabajo y su jefe, aunque sea solo para decir hola o tener conversaciones amenas en tiempo de descanso.
– Puedes pactar herramientas semanales con tu gerente o jefe, para sentirte incluido en las decisiones de la empresa. Si no se puede realizar de forma presencial, puedes pacatra para usar la vía telefónica o herramientas web.
– Mantén relaciones fuera de la oficina uniéndote a asociaciones profesionales o consiguiendo membresías de la comunidad, por lo que puedes invertir más tiempo con amigos y familiares.