Como dueño de un negocio, la venta del mismo por lo general es motivo de una celebración, o por lo menos de un suspiro de alivio enorme. Sin embargo, para sus empleados, el panorama es muy diferente.
En su mejor momento, imaginar la vida después de la venta es una pesadilla oscura para la mayoría de los empleados. Lo que es peor, sin una planificación adecuada y la acción, su pesadilla puede rápidamente convertirse en la suya también. Siga estos seis consejos para hacer la transición sin problemas para todo el mundo:
- Mantenga en secreto: La cosa más importante que informe a los empleados acerca de una transacción pendiente es … nada. Se podría pensar que debe ser a puertas abiertas, a libro abierto, la cultura corporativa exige la divulgación completa, pero no lo haga. Las operaciones de venta y fusión son demasiado volátiles. Hablar de cualquier cosa menos de un hecho simplemente sería activar las alarmas para los empleados, y muchos de ellos se dirigirán a la salida. Usted tiene suficientes problemas que hacer frente: a empleados que desertaron en el último minuto, y entre otras cosas tambien va a asustar a un comprador.
- Haga que se comprometan a: Un comprador a menudo requiere que algunos empleados claves se comprometan a permanecer con la nueva empresa durante un período de tiempo. En este caso, mantener el número de personas requeridas tanto como sea posible, y luego ponerlos en la discusión de forma individual. Hable de un contrato de trabajo con ellos, pintar un cuadro optimista del futuro ayudará a todos.
- Negociar todo: Si el contrato de venta señala seguir el desempeño financiero fuerte, asegúrese de que su equipo pasará intacto. Después de una venta, sin embargo, el comprador está a menudo interesado en reducir sus costos, que pueden significar los sueldos del personal o de corte del mismo. Planee con anticipación para recortar plantilla innecesaria antes de la venta, y asegúrese de que el resto del personal está bien cuidado en su contrato. Los contratos de venta puede estipular lo que quiera, incluyendo la dotación de personal, salarios y bonificaciones para los que estamos dejando atrás.
- Una retirada firme e inteligente: Una de las mejores maneras de mantener su equipo feliz es dar un ejemplo personal. La venta de su empresa no tiene por qué ser el final de todo. Planifique un período de transición de seis meses después de la venta durante el cual haya pocos cambios. Asegúrese de que sus personas saben que usted todavía está en control de las operaciones del día a día y que sus empleos están a salvo. Al retirarse, hágalo con rapidez y decisión. Los rumores y la incertidumbre son los enemigos.
- Reconozca a su equipo: Si usted ha evitado los gestos fuertes de agradecimiento a los empleados, puede ser hora de cambiar. Por ejemplo, las reuniones informales también son buenos momentos para escuchar los rumores y aplastarlos aquellos que puede infectar la moral del empleado. No deje que su preocupación por la venta le vuelva ciego.
Al final, todas las empresas siguen cada vez que han perdido algunos de los empleados. Algunos serán despedidos, y algunos lo toman como un insulto personal. Así es la vida. Como el dueño del negocio, su trabajo no es tratar de hacer que cada persona feliz, pero en lugar reconozca los esfuerzos que muchos han hecho.
fuente: allbusiness.com