Todo el mundo comete errores. A veces son pequeños y solo afectan a uno mismo. Pero a veces este error puede afectar a un cliente o de gran forma, causando perjuicios de dinero y tiempo. Sin embargo y a pesar de todo, un error nos significa el fin de una carrera de ventas, sobre todo cuando este se reconoce a tiempo y se busca una solución que satisfaga al cliente.
1. Ponerse en contacto: Digamos que se cierra un trato con un cliente para hacerle llegar el producto la próxima semana, pero al llegar a la oficina se entera de no hay manera de que esto vaya a suceder. Lo primero que debe hacer es ponerse en contacto con el cliente y darle a conocer el problema inmediatamente. Por lo general, si avisa el inconveniente lo más pronto posible, será más posible que el cliente acepte la solución propuesta.
2. Aceptar la responsabilidad: En segundo lugar, siempre debe aceptar la responsabilidad por el problema. Admitir que se es el culpable nunca es fácil, pero las cosas irán mejor desde ahí. También es un enfoque mucho más profesional que tratar de pasar la culpa de otra persona. Y no te olvides de pedir disculpas.
3. Solucionar el problema: hacer las paces con el cliente significa resolver el problema de una manera grande. Con el ejemplo anterior, si no puedes conseguir la entrega del producto a tiempo es posible contratar un servicio de mensajería para hacer la entrega a tiempo. Claro que ello significará un gasto extra para ti, pero es una forma de arreglar las cosas y no perder un cliente.
4. Dar un seguimiento de trato especial: una vez que el problema se resuelve, es necesario mantener el ojo en ese cliente y tener especial cuidado para brindarle un servicio al cliente excelente. Mantente en contacto con el cliente y pregúntale si tienen algún problema con otros departamentos, seguro que podrías ayudarlo.