Hace poco me dí cuenta que uno de los programas de Animal Planet ofrecía un ejemplo increíble de marketing. Más específicamente, el personaje que salía en el programa. César Millán ha ofrecido una increíble lección de marketing para las empresas.
Se trata de un personaje que sin duda su biografía y su manejo profesional es un ejemplo para los emprendedores que se preguntan cómo puedo saber que és lo que debo hacer pero quisiera saberlo de manera práctica sin lecciones aburridas y teóricas.
Me imagino que como todos los seres humanos necesitamos comprender las cosas de manera práctica y sin costos reales. Una buena idea es observar. Observemos a Millán.
Audacia
César Millán comenzó sin ningún cobre. Llegó de ilegal a los EEUU siendo un mexicano con más audacia que preparación y cruzó por la puerta más peligrosa. Tijuana.
La audacia no es otra cosa que: atrevimiento. Atreverse a hacer lo que nadie hace. Intentarlo. Eso es audacia y César Millán la tuvo.
Prueba y cómpralo.
El encantador de perros, comenzó cobrando poco. Cómo el mismo cuenta en entrevistas, empezó a cobrar poco y a medida que se hacía de más clientes empezó acomodando sus honorarios a lo que él sentía que era justo. Y pagaron. Llegó a las ligas mayores teniendo de clientes a Will Smith, Nicolas Cage entre otros famosos.
Experto en una cosa.
Aún ahora cuando escuchamos el nombre de César Millán, se nos viene a la mente un experto en psicología canina, en palabras simples, se nos aparece la frase «encantador de perros». Eso es mágico para un negocio. Si usted tiene un negocio, una de sus aspiraciones como emprendedor, que no debe pasar por alto, es que su marca tenga un significado para su público. Negocio que carece de significado, carecerá de clientes que repitan.
Olvídense del sindrome bodega. Ser todo para todos. Eso no funciona salvo que tenga grandes presupuestos y una marca bien establecida en el mercado.
Compromiso
El ser comprometido con su identidad es una de las lecciones que nos da el encantador de perros. César Millán está sinceramente comprometido con su oficio. Eso no hace otra cosa que ofrecer un servicio de calidad. Los clientes creen en él y en ningún momento sienten que es un estafador que trata de convencer a todos que es experto. Sino que realmente lo es.
Eso además de darle solidez a su producto o servicio, alimenta la posición de su marca de manera altamente favorable.
Hay muchos personajes que nos ofrecen lecciones de cómo hacer que un negocio prospere. Busque algo en lo que realmente sea un experto y esté dispuesto a atreverse a hacer lo que otros no se atreven.