Cada vez que hablamos de excelencia se nos viene a la mente una imagen de algo tangible. Es decir de algo que uno puede alcanzarla. Lo cierto que la excelencia no es algo que termina cuando se alcanza. La excelencia no es un estado permanente es algo como la felicidad: Es un ejercicio diario. Dicho esto, esperamos evitar lo que en muchos casos suele suceder en las personas que buscan alcanzar la excelencia. Se esfuerzan tanto por alcanzar un nivel y una vez alcanzado, logran halagos, reconocimientos y creen que pueden dejar de hacerlo porque ya son excelentes.
Aún asi, la dificultad principal, al margen de la constancia y el ejercicio, será el conocimiento de cómo llegar a la excelencia para un alto rendimiento en sus negocios. Aquí les ofrecemos 10 pasos para ejercitarla diariamente:
1. Interesarse por los otros.
Eso se llama empatía real. El verdadero interés de comprender lo que el otro piensa o siente. De esta manera nuestros actos serán honestos. aquí el enfoque más acertado de la honestidad. Interesarse realmente por los otros. Recuerde al hacerlo, será honesto, al ser honesto todo el mundo querrá hacer tratos y negocios con usted, porque después de todo la mentira no paga.
2. Cultivar la autoexigencia.
Esfuércese por entregar la obra bien hecha. La competitividad es algo que ha cambiado el mundo en los últimos 20 años. Sea bueno o malo los cambios que usted vea, lo cierto y objetivo es que ya no es como en los ochenta. La competitividad debe ser una exigencia propia. Recuerde la obra bien hecha incluso puede hacer irrelevante el precio para los consumidores.
3. Controle el entorno
Hará falta algo que llamaremos Solvencia Emocional, un término interesante ya que ilustra a la parte emocional de los seres humanos como un fuente interminable de estabilidad. En esas condiciones usted debe ser capaz de controlar el entorno sin importar lo que ocurra. Usted con solvencia emocional, estará preparado para solucionar rápidamente las cosas. La desesperación lo convertirá en un manojo de nervios.
4. Marcarse objetivos.
Concéntrese en su compromiso con el negocio. Escriba cuales son sus objetivos que quiere alcanzar
5. Programar las acciones.
Hace algún tiempo escuché a un veterinario decir que el perro es un animal de costumbres. Rápidamente pensé en que el hombre aunque se aburre en la rutina, la costumbres puede ser algo que lo beneficie si éstas son productivas. La reptición hace posible la costumbre. adquiera las más productivas.
6. Comunicar con eficiencia.
Cuando esté al frente de alguien asegúrese que su comunicación cumpla con dos reglas: clara y empática. Rompa las barreras de comunicación y utilice las palabras correctas.
7. Trabajo en equipo.
No tenemos mucho que añadir, pero no es algo que debería excluirse de mención en este artículo. El liderazgo, la motivación es algo que hemos desarrollado en nuestro bloG.
8. Tomar decisiones
Tome en cuenta antes de tomar una decisión en tres cosas: los actores, el escenario y el libreto. No le estamos hablando de alguna obra de teatro. Sino que analice en estos tres angulos de la situación para tomar una decisión.
9. Ser Creativo
Sin creación no hay negocio. Tenga en cuenta que las ideas pueden valer poco sin la acción, pero si usted ha cultivado la proactividad, tomar acción no le supondrá mayor problema. Con ello solo le hará falta una gran idea, cultive las ideas, sea como un niño, imaginativo y sin parámetros que estén juzgando si son posibles o no de llevarse a cabo, solo téngalas. Haga que su mente produzca ideas.
10. Ocúpese de usted mismo.
No espere a que alguien haga algo por usted. Hágalo usted mismo. Hay cosas que nadie puede hacer por nosotros. Controle su estrés, especialicese y cuide su salud. un buen funcionamiento fisiológico es un buen soporte para la excelencia.
Fuente: El decálogo de la excelencia – Jesús Mondría