Una estrategia importante para mejorar la rentabilidad del negocio es conocer a fondo al competencia. Es casi imposible no contar con competidores, por mas que el producto esté especializado y tena un público objetivo bien delimitado. Entonces es deber de todo empresario proactivo investigar las diferencias que tiene con su competencia. Puede que haya aspectos donde se es superado, por lo cual urge hacer algunas modificaciones dentro del negocio. Para conocer más aspectos sobre nuestros competidores, recurrimos a la inteligencia competitiva.
La inteligencia competitiva está relacionada con la recopilación de información sobre los competidores, con el objetivo de hacer nuestro propio negocio más competitivo.
Es un tipo de investigación de mercado diseñado para encontrar y mantener la cuota de mercado de una empresa.
Si bien la recopilación de la información sobre la competencia y su análisis es una parte importante del plan de negocios, la inteligencia competitiva especializa esta recogida de datos sobre cuando la empresa ya está establecida, debido a que nuevos competidores pueden entrar en el mercado o los competidores existentes pueden cambiar sus prácticas hacia unas más agresivas.
Por eso, para los pequeños negocios, la inteligencia competitiva es regular y continúa, debido a que no pueden quedarse quietos antes los cambios del mercado.
Entonces queda saber que tipo de información puede reunir una pequeña empresa en la construcción de su inteligencia competitiva. Lo básico es conseguir información sobre los productos del competidor, y los servicios y precios que están cobrando por ellos. También se deben reunir una información sobre proveedores, sus políticas de la empresa, tipo de comunicaciones y toda información que ayude a saber más sobre ellos.
Las fuentes para esta inteligencia competitiva incluyen los medios de comunicación, los periódicos, la televisión, internet, gente del negocio, clientes de los competidores y nosotros mismos, al hacer una visita al local de la competencia.
Se debe eliminar el error de pensar únicamente en las prácticas internas del negocio propio, como si fuera un ente aislado. Lo cierto es todo elemento exterior afecta el andar de nuestro negocio, desde la economía, proveedores y como ya mencionamos, los competidores.