No importa lo mucho que trate de crear una cultura abierta, fomente el debate y capacite a sus empleados, a los niveles inferiores de la jerarquía de la oficina, esto va a tener una tendencia natural para mejorar la realidad para aquellos en la parte superior.
Es la naturaleza humana no querer ser el portador de malas noticias, y se necesita valor real para informar a su jefe de sus propios defectos. Pero si pudiera despojarse de todo lo optimista, ¿Cuáles serían sus empleados que realmente le informen acerca de su liderazgo?
La respuesta de los empleados refleja la denuncia original de los jefes que dieron lugar a la experimentación. Resulta que casi nadie, en cualquier peldaño de la escala de una empresa, se siente lo suficientemente libre para hablar en el trabajo.
En primer lugar, es hora de echar un vistazo largo y duro en cómo exactamente usted está siendo sincero con sus empleados en lo que respecta a la retroalimentación. La crítica constructiva es una de las más habilidades más difícil de dominar para muchos jefes ya que requiere coraje como inteligencia emocional . Simplemente esquivar la difícil tarea de dejar que su equipo sepa exactamente cuál es su posición, no es una opción. Sólo va a molestar a sus empleados y minar su confianza en usted.
La segunda implicación y quizás aún más difícil es la necesidad no sólo para proporcionar retroalimentación a su equipo, sino también solicitarla de ellos. Es probable que esté haciendo algo para impulsar a sus empleados y a veces son completamente ajenos a lo que usted sugiere.
Qué tal comenzar su reunión del lunes por la mañana con una simple pregunta: ¿Qué es lo que usted quiere que yo deje de hacer como su jefe?
Fuente: inc.com