Siempre ha sido difícil para un asesor de marketing guiar a sus clientes empresarios que tienen mucha energía y entusiasmo y regular capital de inversión ya que por otro lado están embriagados de su propia forma de hacer negocios que casi resulta difícil lograr que acepten nuestra asesoría.
Los pequeños empresarios por lo general son muy desorganizados cuando comienzan y en el camino van ajustando cosas hasta llegar a un sistema que aunque no es el mejor les sirve para subsistir en el mercado. Ellos sienten entonces que lo han logrado y que seguramente hay muchas cosas que pueden mejorar. El marketing es un conocimiento que casi siempre es malentendido entre los pequeños empresarios.
El marketing como lo hemos dicho en todo el año en nuestro blog, no es ventas. La utilización de telemarketing, o marketing cuando se trata de ventas es un error al parecer intencional. Se busca ocultar el nombre de «ventas» como si se tratara de una mala palabra. Y bes que cuando se trata de tener personal, las ventas son misiones cuyos puestos no son fáciles de cubrir.
El marketing tiene que ver con un conjunto de herramientas que usan los expertos para lograr un engranaje perfecto que ponga en marcha todos los aspectos del funcionamiento d una empresa. Desde la concepción de la idea de negocio, la organización el planeamiento, personal, funciones, cultura corporativa y finalmente las ventas, no se puede hablar de vender solamente cuando hablamos de marketing.
Todos los que seguimos la escuela de Philip Kotler el máximo referente y gurú del marketing, sabemos que es un error, plantear un negocio con mínimo de planeación y gran parte de improvisación.
Los asesores de marketing estamos en el deber de especificar a nuestro cliente cuales son nuestras funciones. Puede que crean que contratan a un asesor de marketing para que señale como se va a vender el producto que tiene. Eso va a hacer el trabajo del asesor muy difícil.