En algún momento de la expansión de una empresa, la gente siente que no hay suficientes horas en el día para desarrollar su trabajo. Este es uno de los más comunes dolores de crecimiento de toda organización. “Nunca hay tiempo suficiente” dicen los empleados de producción, de atención al cliente e incluso los gerentes.
Esta sensación lleva a que los empleados sientan que podrían trabajar veinticuatro horas al día, siete días a la semana y todavía no tendrán suficiente tiempo para hacerlo todas las tareas de su área. Entonces ellos comienzan a quejarse de la «sobrecarga» y el estrés excesivo. Tanto los individuos y departamentos sienten que siempre están tratando de ponerse al día, pero nunca tienen éxito. Cuanto más trabajo hay que hacer, parece que este se duplicara, resultando en un ciclo de nunca acabar y que solo llegará al fin cuando la productividad sufra un gran retraso. Las personas se sienten como si estuvieran en una faja caminadora.
Los efectos de estos sentimientos pueden ser de largo alcance. En primer lugar, se genera la creencia en los empleados de que están siendo innecesariamente sobrecargados de trabajo. Esto puede llevar a provocar problemas de moral y las quejas pueden aumentar. En segundo lugar, los empleados pueden comenzar a experimentar enfermedades físicas causadas por el estrés excesivo. Estos problemas psicológicos y físicos pueden conducir a un aumento del ausentismo, lo que puede disminuir la productividad de la empresa. Por último, los empleados pueden simplemente decidir que ya no pueden operar en estas condiciones y pueden dejar la organización. Esto se traducirá en costos de rotación y costos significativos relacionados con la sustitución de reclutamiento, selección y formación de personas nuevas.
Cuando muchos empleados tienen la sensación de que no hay tiempo suficiente en el día, quien sufre con este sentimiento es el empresario fundador de la compañía y gerente principal. El empresario, sintiéndose responsable en última instancia por el éxito de la empresa, puede trabajar dieciséis horas al día, siete días a la semana, todo en un esfuerzo para mantener a la empresa funcionando con eficacia para ayudarla a crecer. A medida que la organización crece, el empresario comienza a darse cuenta de que ya no puede ejercer un control completo sobre su funcionamiento. Esta toma de conciencia puede dar lugar a una gran cantidad de estrés personal.
Una solución al problema es contratar un poco más de personal y revisar las tareas asignadas. Puede que haya una mala distribución y que en efecto, haya personal que de verdad sufra una sobrecarga de trabajo y no solo sea un sentimiento. También se debe organizar periodos de recreación dentro de la compañía, ya sean mensuales o bimensuales.