Aunque la idea de estar siempre disponible para asuntos de trabajo está generalizada, puede ser una causa de especial angustia, ansiedad y consecuente estrés para los teletrabajadores, debido a que la única forma de coordinar el trabajo es por medio de comunicación remota, la cual se puede dar en cualquier momento del día.
La diferencia es que en el trabajo tradicional, donde si bien existen este tipo de llamadas de emergencia, no se dan continuamente. En cambio, en un trabajo a distancia, siempre se estará esperando por la llamada para confirmar nuevas órdenes de trabajo. Esto también se da a la inversa, pues el teletrabajador siente la necesidad de comunicarse constantemente con su supervisor o cliente. Ello puede generar unas expectativas irrazonables por llamar, incluso molestar a la otra parte.
En resumen, la ansiedad por comunicarse o por estar disponible a cualquier llamado genera un estrés, con la posibilidad de afectar las relaciones familiares, que sin duda ya se han visto algo afectadas por el hecho de llevar trabajo a casa. Veamos como podrías manejar este problema:
Consejos gestión del estrés:
– Reconoce que no siempre se puede ser capaz de contestar todas las llamadas. Considera que tienes los mismos derechos que los demás trabajadores (incluso si se llega a trabajar de forma remota), de forma que no puedes ser consultado a todos los días y en horarios inoportunos. Por ello se deben programar horarios de llamadas con tu supervisor, por lo general dos horas más de la jornada laboral tradicional. Claro que las llamadas de emergencia siempre deben considerarse.
– Configura el correo de voz para tus horarios disponibles. También puedes compartir tu agenda online con contactos y clientes para que sepan en que momento pueden llamarte.
– Durante las vacaciones o durante las horas libres, responde únicamente aquellas llamadas que son verdaderas situaciones de emergencia.